sábado, 4 de septiembre de 2010

PRIMER CAPÍTULO: DE CAMINO AL COLEGIO.

-Amanda, despierta...¡Amanda...vas a llegar tarde a tu primer día de clase!- exclamó mi madre-.

-¿Eh? ¿QUÉ? ¿¡QUÉ HORA ES!?- me levanté corriendo de la cama-.
-Jajajaja, tranquila, no son más que las 7, y las clases empiezan a las 9.
-Uuuuuuuuuuf- suspiré, y me tiré en la cama de nuevo-.
-¡Vamos, levántate, dormilona!- me cogió del brazo y empezó a tirar de él-.
-¡Aaaaay! Suéltame, sé levantarme yo sola- dije mientras bostezaba-.


De pronto apareció mi padre:
-¡Papáaaaaaaaa!- exclamé en tono felíz mientras me lanzaba encima de mi padre-.
-¡Cariño! Baja, anda, que tenemos que ir a desayunar...y he preparado tortitas.
-¡Bieeeeeeen!- grité mientras pataleaba para que mi padre me dejara de nuevo en el suelo, y me fui corriendo a la cocina-.


-Amanda, ponle la comida a Spook- dijo mi madre-.
Cogí una silla mientras oía el chirrido que hacía ésta al restregarse por el parqué de la cocina; y la puse bajo el armario donde estaba la comida del perro. Subí a la silla y ya en pie, abrí el armario y, con mucho cuidado, saqué la comida del perro. Después cerré la puerta del armario y bajé de la silla.
-¡Vamos a desayunar, Spook!- le dije a mi perro-. Y éste meneó la cola contento.
Fui hasta donde estaban el comedero y el bebedero del perro y puse los cereales del perro y un poco de leche.


-Ya está, mamá- le dije a mi madre-.
-Vale Amanda, pues lávate bien las manos con jabón y ven a desayunar.
Fui hasta el baño y me miré al espejo. Abrí el grifo y escuché el celestial sonido del agua caer sobre el lavabo. Situé mis manos debajo del grifo y dejé que el agua se meciera entre mis suaves manos; me puse jabón y me lo restregué en las manos, después puse de nuevo las manos debajo del grifo y dejé que el agua hiciera el resto. Cerré el grifo y, tras ver caer la última gota de agua, me sequé las manos con la toalla y salí del baño en dirección a la cocina.


Me senté en una silla y empecé a beber el zumo de naranja que prepara mi madre todas las mañanas.
-¿Está rico, cielo?- dijo mi madre-.
-Claro, mamá- dije satisfecha-.
Aparté el vaso y empecé a tomarme un vaso de leche con Cola-Cao que alternaba con las tortitas con sirope de chocolate...¡deliciosas!
De pronto, apareció mi hermana Lilia.
-Buenos días- dijimos todos al unísono, y nos empezamos a reír-.
-Ahí tienes la leche de soja, cariño- le dijo mi madre a Lilia-.
-Gracias mamá, pero no tengo sed, ni tampoco hambre.
-¿Y eso?- dijo mi padre-.
-Serán los nervios... o no sé, pero no tengo ganas de nada. Por cierto, hoy vienen mis amigas a recogerme, así que no me tenéis que llevar a clase, me voy, os quiero- dijo mientras cogía su almuerzo y se marchaba por la puerta-.


Todos nos quedamos mirando la puerta, como si no nos enterásemos de que ya se había ido, hasta que mi madre reaccionó:
-Venga, Amanda; ve a lavarte los dientes y a coger la mochila y baja, que te esperamos en el coche- dijo mi padre mientras ayudaba a mi madre a recoger la mesa-.
Subí las escaleras en dirección a mi habitación. Entre en el baño y cogí el cepillo de dientes y la pasta y me empecé a lavar los dientes, meneaba el cepillo de un lado a otro, zig-zag, zig-zag, zig-zag...
Me enjuagué la boca y salí del baño. Cogí la mochila, apagué el interruptor de la luz mientras oía el crujir de la madera de las estanterías de mi habitación, bajé las escaleras en dirección al garaje, donde estaban mis padres esperándome con el coche ya en marcha:
-Vamos, sube y ponte el cinturón- dijeron mis padres-.


Dejé la mochila a mi lado y me puse el cinturón. El coche se puso en marcha, abrí un poco la ventana para que entrara algo de aire y respiré. Me encanta respirar el aire limpio. Mis padres encendieron la radio y empezamos a cantar en inglés: éramos felices. Se nos pasó muy rápido el viaje, y enseguida nos dimos cuenta de que ya estábamos en el colegio. El coche paró, mi padre puso el freno de mano y bajé del coche con la mochila en los hombros, y nerviosa por ver a mis compañeros de clase, como cada año.
-Sarah, voy a acompañar a Amanda a clase, enseguida vengo- le dijo mi padre a mi madre-.
-Vale, buena suerte cariño- dijo mi madre, y me dio dos besos-.

3 comentarios:

  1. Te sigo, y te leo &hearts
    espero que tú también puedas leer mi novela, la hago con cariño pedorris. Ves informandome sobre los capitulos por favor.

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  2. Hey! De momento tiene muy buena pinta! Espero que no tardes en poner el segundo capítulo!
    Por cierto, me ha hecho gracia que aquí hay una discoteca en Valencia que se llama Spook, jejeje.
    Un saludo ;)

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